miércoles, junio 08, 2011

KONRAD WITZ. KUNSTMUSEUM BASEL.


Llegué a Basilea el 1 de junio procedente de Berna. En el trayecto en tren, mientras escuchaba los dúos para guitarra de Telemann, examinaba el mapa de la ciudad y la ubicación de sus más preciados tesoros artísticos. Era evidente que mi objetivo primordial era la visión del tan aclamado Cristo muerto de Hans Holbein, sin embargo era consciente de que Basilea era la gran ciudad suiza del arte y que no pocas sorpresas culturales me estaban esperando en tan hermosa ciudad, cruzada por las mitológicas y wagnerianas aguas del Rhin. Desde la Bahnhof SBB hasta el museo de arte de Basilea hay un fácil recorrido. Tan sólo hay que enfilar la Elisabethen-strasse hasta llegar a la St. Alban-Graben. Allí un enorme cartel de la exposición temporal sobre Konrad Witz resulta impactante para el visitante. A pesar de que yo llevaba mi tarjeta Swiss-pass (con la que puedes viajar en tren por Suiza y visitar más de 400 museos durante 4 días por 266 francos -unos 210 euros al cambio-) en el museo me dijeron que en el cantón de Basilea iban por libre, que pasaban de la swiss pass y que tenía que pagar la entrada si quería visitar su maravilloso museo. Yo le dije, ¿ah, sí, con que esas tenemos?, ¡pues entonces deme una entrada, con exposiciones temporales incluidas -Witz y Degas-!- amenacé al vendedor de la caja que se dilataba en mil excusas y perdones. Son 22 francos suizos, señor. Demonios, le dije, tome sus 22 francos, pero sepa usted que a cambio devoraré con la mirada todos sus cuadros de Witz, y después de mi visita nada será igual en Basilea, la ciudad de Erasmo y de Holbein. No pareció importarle el tono de mi invectiva y dio paso al siguiente turista, sin duda mucho más sumiso que yo mismo, un auténtico rebelde.
KONRAD WITZ. Realmente la exposición dedicada a Konrad Witz (aunque nacido en Rottweill pasó la mayor parte de su vida artística en Basilea, donde murió en 1446) es extraordinaria. Como dice el folleto promocional "Desde que Daniel Burckhardt-Werthemann redescubriera a Konrad Witz en 10901, el pintor ha fascinado y ocupado a varias generaciones de estudiosos. Durante décadas, muchos han expresado el deseo de que se haga una exposición que explique el arte de Witz, y la muestra de Basel ahora hace su sueño realidad: por primera vez la obra de este pionero es presentada al público en una gran exposición". Ya en los rótulos de la entrada somos informados de las características más importantes de la pintura de este maestro del Gótico tardío. Éstas son: 1. su atención al detalle que revela un virtuosismo excepcional; 2. su capacidad para recrear espacios tridimensionales, y 3. su inusual tratamiento de las sombras. En la primera sala vemos unos restos de unas pinturas murales en la Kornhaus de Basel. A pesar de que apenas pueden adivinarse las figuras en ocasiones, el efecto que consigue el autor es estremecedor, tuvo que ser una obra espectacular. Me recuerdan a las figuras de Bramante del Museo de Brera de Milán. Pronto nos acercamos a una de las obras maestras más conocidas de Witz: el Retablo para el Monasterio de San Leonardo en Basel (del espejo de la salvación). Representa la Anunciación y en su interior hay escenas del Antiguo testamento y leyendas de la Antigüedad como los tres héroes Abishai, Benaiah y Sibbechai rindiendo homenaje al rey David. La exposición relaciona la figura de San Bartolomé de Witz con el retrato del profeta Isaías de Barthélemy d´Eyck -fechado unos años después-, quien trabajó en la Provenza y seguramente relacionado con la familia de artistas Van Eyck. Hay una naturaleza muerta de este Barthelémy que representa unos libros en un nicho, una pintura realmente fascinante. En la galería 3 hay unos dibujos extraordinarios, entre ellos una Virgen con niño y san Pablo en un paisaje, del Szepmuveszeti museum de Budapest, y también Virgen con niño en interior de la Kupferstich Kabinett de Berlín, y una entrañable Virgen con niño leyendo de 1445-50 en Erlangen. En la galería 4 vemos la Anunciación de Nüremberg con una audaz situación de la escena, en la que los pilares de madera sirven casi a modo de trampantojo. Esta imagen, además, me ha servido de inspiración para escribir un artículo sobre pinturas de personajes leyendo. En la misma galería vemos el encuentro entre Joaquín y Ana en la Puerta Dorada, una de las mejores pinturas que he visto nunca. En la exposición hay algunas imágenes por rayos x en los que se ponen de relieve algunas intenciones previas del artista en el dibujo a lápiz que finalmente fueron rectificadas o modificadas en la pintura final. Es el caso del San Cristóbal, cruzando el río con el niño a cuestas. En la pintura final se aprecia -y ésta es la gran aportación al tema de Witz- cómo el enorme peso -metafórico- del niño Jesús propicia la ruptura del cayado del santo. En el dibujo subyacente el bastón está intacto. Parece que Witz tuvo la ocurrencia de fracturarlo sobre la marcha en lo que resultó ser una idea genial. En la galería 9 vemos una Natividad de un seguidor germano de Witz -el Maestro de las tablas de la Virgen de Munich- con una interesante novedad: "la Natividad con espléndido paisaje invernal -completado con nieve y carámbanos de hielo- es la primera pintura de esta clase" -según reza el cuadernillo de información de la exposición. Otra de las virtudes de este gran pintor es la representación de escenas cotidianas como en Santa Catalina y Magdalena en una iglesia, precisamente el cuadro que sirve de cartel a la exposición. Al fondo se ven unos paseantes frente a la fachada de una casa de tres plantas. Es una inclusión muy audaz de una escena diaria en un contexto místico religioso.
La exposición se divide en los siguientes apartados:
Galería 1.
Los contemporáneos de Konrad Witz: El final del gótico internacional
El maestro y su obra: Pinturas murales en Basilea.
Galería 2.
El maestro y su obra: El retablo de Basilea del Espejo de la salvación.
Galería 3. 
El maestro y su obra: Baraja de cartas y Dibujos.
Galería 4.
El maestro y su obra: El gran retablo de Olsberg. Tablas aisladas. El Retablo de San Pedro en Ginebra.
Galería 5.
El maestro y su obra: El Retablo de la Intercesión.
Influencias y similitudes estilísticas: Francia.
Artistas después de Witz: El Maestro de Sierentz.
Galería 6.
El maestro y su obra: El así llamado "grupo-Hans Witz".
Galería 7.
Artistas después de Witz. El Maestro de 1445.
Influencias y similitudes estilísticas: Epitafio para Philibert de Monthouz.
Galería 8.
Artistas después de Witz. El Maestro del Epitafio de Jünteler.
Galería 9.
Influencias y similitudes estilísticas. Alemania.
Artistas después de Witz: El Retablo de Feldbach. El Retablo de Lösel.
Galería 10.
Artistas después de Witz: Vidrieras.

Para más información sobre el museo y sus exposiciones ésta es su web: http://www.kunstmuseumbasel.ch/en/home/

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