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lunes, mayo 26, 2008

El aula, de Karl Hubbuch.




De nuevo un representante de la Nueva objetividad alemana en el Gran Kovalski. Karl Hubbuch nació en 1891 en Karlsruhe y murió en 1979. Después de estudiar en la academia de Karlsruhe se marcha a Berlín donde estudia con Emil Orlik en la Berlin Museum of Arts and Crafts School. La primera guerra mundial le pilló haciendo la mili -vaya puntería tuvo el tío-, contrajo la malaria y el período posguerra se lo tiró recuperándose. Luego estuvo de profesor de litografía en Karlsruhe y ejerció más de dibujante que de pintor. El grupo de Karlsruhe estaba formado por George Scholz, Wilhelm Schnarrenberger, y Karl Hubbuch. Marchán Fiz en La Summa Artis nos dice: "Mientras Scholz estuvo representado en Mannheim con unas obras veristas muy satíricas: De las cosas venideras -Los señores del mundo y retrato del banquero Kahnheimer- en las que vuelven a aparecer como telón de fondo las arquitecturas funcionales y "cosales", Hubbuch no le fue a la zaga con el óleo El aula (1925) y numerosos dibujos; no hay que olvidar que este artista era uno de los dibujantes más conocidos del momento, junto a Grosz, en una línea verista muy crítica que se puso de manifiesto en divulgadas series como Fausto y Asuntos alemanes, del mismo modo que sus retratos, como Doble retrato de Hilde I y II, son algunos de los más irónicos de la "nueva objetividad". Ese Doble retrato de Hilde II está en el Thyssen de Madrid y a mi me recuerda al Balthus de Therese. Comentando un poco la corriente denominada Nueva Objetividad y nacida en Alemania en los años 20 como respuesta a los grupos expresionistas El puente de Kirchner y El jinete azul de Kandinsky, podemos traer aquí el testimonio del crítico Hartlaub ya que La Neue Sachlichkeit fue definida en su artículo: Introducción a la Nueva Objetividad: la pintura alemana desde el expresionismo, y hablaba de este movimiento como lo que "aquí estamos mostrando se distingue por las — en sí mismas puramente externas — características de la objetividad con la que los artistas se expresan ellos mismos"; de entre los nuevos objetivistas identificó a los veristas: "rasgan la forma objetiva del mundo de hechos contemporáneos y representan la experiencia corriente en su tempo y febril temperatura", y a los realistas mágicos: "en busca del objeto con la habilidad eterna de encarnar las leyes externas de la existencia en la esfera artística", está claro, las leyes externas de la existencia (?). Entre los veristas estarían Otto Dix, George Grosz, el propio Hubbuch, y entre los realistas mágicos Christian Schad, Georg Schrimpf y el ya aparecido en este blog Alexander Kanoldt. En la exposición Nueva Objetividad de Manheim en 1925 expuso su célebre cuadro El aula (La clase). En este cuadro se ve a los niños como hipnotizados -parece un dibujo manga-, y realmente no pasa nada excepcional, es simplemente la sensación extrañla que nos aborda al contemplar en esos alumnos a los antiguos espectros de nuestro pasado revoloteando por nuestros recuerdos, conocedores de que muchas veces estuvimos mirando -soñadores-por esas ventanas sin hacer caso de la lección, pensando en definitiva que nos quedaba mucha vida por delante y mucho mundo por descubrir, já, qué infelices. Por cierto, me ha costado encontrar en la red una imagen de este cuadro para que lo veáis y finalmente la hallé en ¡El portal de educación de la Junta de Castilla la Mancha!. En 1930 colaboró en el magazine crítico Zakpo. En 1933 los nazis lo declararon antifascista y tuvo que dejar su puesto de profesor hasta que lo recuperara después de la guerra sobreviviendo hasta entonces a base de trabajillos de cerámica decorada y relojes con caras. En la última etapa de su vida se acercó más al estilo expresionista.
Por menos de 5000 eurillos se pueden conseguir auténticas gangas en esta galería que vende litografías de pintores alemanes entre ellos Hubbuch:litografias

martes, mayo 13, 2008

Alexander Kanoldt: Otra de bodegones.



Kanoldt nació en Karlsruhe en 1881 y murió en Berlín en 1939. Pronto se trasladó a Munich donde contactó con pintores como Alexei von Jawlensky, Vassily Kandinsky y Gabrielle Münter. Más tarde, en 1913, entró a formar parte del grupo Nueva secesión junto a Jawlensky y Paul Klee. Su carrera se vio interrumpida por la primera guerra mundial -como le sucedió a otros grandes artistas- pero Kanoldt no se volvió loco como Beckmann o Kirchner. En los años 20 desarrolló su propio estilo encuadrado dentro del realismo mágico y tuvo enfrentamientos artísticos con la Bauhaus. En esa década pasó un tiempo en Italia donde realizó paisajes con perspectivas arquitectónicas múltiples y escenas serenas de interiores. Del 33 al 36 fue director de la Escuela de arte de Berlín, y, aunque suavizó su estilo hacia una dinámica más romántica con la llegada al poder de los nazis, su obra no se libró de ser tachada como arte degenerado. Marchán Fiz nos comenta en la Summa Artis "en los dibujos, grabados y óleos sobre Olevano, un paraje italiano que había seducido al modo romántico a otros pintores alemanes en Roma como J.A. Koch y otros, transfigura a este pequeño enclave y la cadena montañosa circundante en una naturaleza muerta que parece irradiar una frialdad cristalina y una vida interior irreal y "mágica". Cualidades que se intensifican en su Naturalezas muertas (1921) y, muy especialmente, en las que pinta durante su estancia en Breslau en 1926, como Naturaleza muerta III con amaryllis y Naturaleza muerta con guitarra (1926), tal vez inspiradas en otras similares de A.Derain, conocidas a través de la obra de F.Roh. En la última, tanto en virtud del encuadre próximo y bien estructurado como de la precisión reproductora de los objetos neutralizados en sus contenidos emocionales, la mano de pintura lisa y suave, la luz fría y homogénea que la ilumina, se producen efectos sorprendentes, acentuados además por indicios simbólicos como la guitarra sin cuerdas y el marco colgado sin cuadro o espejo alguno. De esta suerte, unos objetos cotidianos para nada extraños se transforman sin embargo en una realidad que se vacía de las relaciones y sentidos habituales para volverse casi abstracta".
Kanoldt es un pintor sorprendente que se movió en un momento del arte en que las vanguardias chocaban con el régimen nazi de su país. Él escogió un "camino de nadie" que no satisfizo ni al avant-garde ni al clasicismo oficial imperante. Sin quererlo quizás, realizó una obra sumamente original en la que yo aprecio cosas del aduanero naif Rousseau, del místico de Chirico, y de Juan Gris.

Aquí hay algunos cuadros a buena resolución: Galería de Kanoldt: KANOLDT