martes, mayo 13, 2008

Alexander Kanoldt: Otra de bodegones.



Kanoldt nació en Karlsruhe en 1881 y murió en Berlín en 1939. Pronto se trasladó a Munich donde contactó con pintores como Alexei von Jawlensky, Vassily Kandinsky y Gabrielle Münter. Más tarde, en 1913, entró a formar parte del grupo Nueva secesión junto a Jawlensky y Paul Klee. Su carrera se vio interrumpida por la primera guerra mundial -como le sucedió a otros grandes artistas- pero Kanoldt no se volvió loco como Beckmann o Kirchner. En los años 20 desarrolló su propio estilo encuadrado dentro del realismo mágico y tuvo enfrentamientos artísticos con la Bauhaus. En esa década pasó un tiempo en Italia donde realizó paisajes con perspectivas arquitectónicas múltiples y escenas serenas de interiores. Del 33 al 36 fue director de la Escuela de arte de Berlín, y, aunque suavizó su estilo hacia una dinámica más romántica con la llegada al poder de los nazis, su obra no se libró de ser tachada como arte degenerado. Marchán Fiz nos comenta en la Summa Artis "en los dibujos, grabados y óleos sobre Olevano, un paraje italiano que había seducido al modo romántico a otros pintores alemanes en Roma como J.A. Koch y otros, transfigura a este pequeño enclave y la cadena montañosa circundante en una naturaleza muerta que parece irradiar una frialdad cristalina y una vida interior irreal y "mágica". Cualidades que se intensifican en su Naturalezas muertas (1921) y, muy especialmente, en las que pinta durante su estancia en Breslau en 1926, como Naturaleza muerta III con amaryllis y Naturaleza muerta con guitarra (1926), tal vez inspiradas en otras similares de A.Derain, conocidas a través de la obra de F.Roh. En la última, tanto en virtud del encuadre próximo y bien estructurado como de la precisión reproductora de los objetos neutralizados en sus contenidos emocionales, la mano de pintura lisa y suave, la luz fría y homogénea que la ilumina, se producen efectos sorprendentes, acentuados además por indicios simbólicos como la guitarra sin cuerdas y el marco colgado sin cuadro o espejo alguno. De esta suerte, unos objetos cotidianos para nada extraños se transforman sin embargo en una realidad que se vacía de las relaciones y sentidos habituales para volverse casi abstracta".
Kanoldt es un pintor sorprendente que se movió en un momento del arte en que las vanguardias chocaban con el régimen nazi de su país. Él escogió un "camino de nadie" que no satisfizo ni al avant-garde ni al clasicismo oficial imperante. Sin quererlo quizás, realizó una obra sumamente original en la que yo aprecio cosas del aduanero naif Rousseau, del místico de Chirico, y de Juan Gris.

Aquí hay algunos cuadros a buena resolución: Galería de Kanoldt: KANOLDT

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