lunes, marzo 01, 2010

Notas a Viaje a Italia, de Goethe (5)



Notas a Viaje a Italia, de Goethe (5):
Galería Colonna.
(Y Pisanello de rebote).


Goethe visita la Galería Colonna en Roma de la mano de Hackert: "Roma 27 de junio. Acudí en compañía de Hackert donde se exponen obras de Poussin, Claudio de Lorena y Salvatore Rosa. Hackert me contó muchas cosas y profundamente razonadas acerca de estos cuadros, copió algunos y estudió el resto muy a fondo. Todo lo que explicó no cambió mis concepciones, pero sí las amplió y concretizó. Cuando inmediatamente después se vuelven a contemplar la naturaleza y se reencuentra y lee lo que ellos encontraron e imitaron uno siente que se le ensancha y purifica la mente hasta proporcionarle al fin el concepto intuitivo más elevado del arte y de la naturaleza. Además, no pienso descansar hasta que todo deje de ser palabra y tradición para convertirse en concepto vivo. Desde mi juventud, esto fue lo que me impulsó y me atormentó; ahora, que me hago mayor, y después de haber padecido tanto tiempo y tan inmerecidamente el destino de Sísifo y Tántalo, quiero al menos alcanzar lo abordable y realizar lo factible." Actualmente el Palacio Colonna en Roma alberga una colección muy interesante de autores como Annibale Carracci (El comedor de judías, comentado en este blog hace algún tiempo), Pisanello (copia del retrato de Martino V), Tintoretto (Narciso al fonte), Palma el Viejo (Madonna con niño, San Pedro y donante), Bronzino (Venere, Cupido e Satiro y Madonna con Bambino), Ghirlandaio (La Aurora), o Francesco Albani (El rapto de Europa).
Estuve en Roma hace más de veinte años, en el viaje de COU, así que pocos son los recuerdos artísticos que de aquella época adolescente mantengo. De lo que sí estoy seguro es de no haber visitado el Palacio Colonna. Hay un cuadro de esa galería que me ha llamado la atención, y aún a riesgo de que esa pintura marque el devenir del presente artículo y se aleje un poco de la dinámica habitual de esta serie sobre el Viaje a Italia de Goethe, quisiera profundizar un poco en este autor de nombre tan cómico. Me refiero a Antonio Pisanello. Como casi siempre recurro en primer lugar a La historia del Arte de Gömbrich, para tener cierta idea antes de adentrarme en el fascinante mundo de Las Vidas de Vasari. Gömbrich menciona Apuntes de un mono, de 1430, de Antonio Pisanello (1397-1455?) como punto de inflexión en el paso del arte medieval al Renacimiento. Siendo sólo 20 años posterior a Las muy ricas horas del Duque de Berry, obra de Paul y Jean de Limburgo (1410), estos dibujo0s de mono revelan "cómo llevó esta costumbre de los artistas al estudio de la vida animal con apasionado interés. El público que contemplaba las obras de los artistas empezó a juzgarlas por la habilidad con que era reproducida en ellas la naturaleza, así coo por el valor de los detalles atractivos que el artista acertaba a introducir en sus cuadros. Sin embargo, los artistas deseaban avanzar más. Ya no se contentaban con la maestría recientemente adquirida de pintar del natural detalles como flores y animales; querían explorar las leyes de la visión y adquirir el suficiente conocimiento del cuerpo humano para poder plasmarlo en sus estatuas y en sus pinturas, como hicieron los griegos."
En Vasari comparten capítulo los pintores Gentile de Fabriano y Vittore Pisanello, y con su típico ritmo prosaico escribe: "Gran fortuna tiene quien al morir otro prosigue una obra importante emprendida por éste y digna de fama, ya que, continuando a la sombra del maestro, con esa ayuda alcanaza renombre sin demdasiado esfuerzo, mientras que de haberlo hecho por sí solo le habría supuesto mucho más tiempo y fatigas. Lo cual, aunque se ha visto a menudo, en el caso de Pisanello pudo verse y tocarse con mano. Éste, habiendo trabajado muchos años en Florencia con Andrea del Castagno y habiendo ultimado sus obras tras su muerte, adquirió tanto crédito con la fama de Andrea que, cuando visitó Florencia el Papa Martin V se lo llevó a Roma , donde pintó por encargo suyo un fresco en San Juan de Letrán con diversas escenas de gran atractivo y belleza. " Por lo que hemos visto también pintó el retrato de este Papa que se encuentra en la Galería Colonna. Donde falla Vasari es en que del Castagno fuera mentor de Pisanello. Menos mal que las notas a pie de la edición que poseo son magníficas y ahí advierten que lamentablemente el Papa Martin V estuvo en Florencia entre 1418 y 1420, muriendo en 1431, cuando del Castagno era un niño y Pisanello era 20 años mayor por lo que resulta imposible que éste fuera su alumno. Más bien se piensa que fue Gentile de Fabriano el maestro de Pisanello "como evidencia la más antigua de sus obras conocidas, la Anunciación, pintada en el monumento Brenzoni de San Fermo de Verona, que se remonta al tercer decenio del siglo", según notas a pie de Vidas.
Sigue Vasari: "Pisanello, cuyo nombre de pila era Vittore (sic) pintó también en otros lugares de Roma y asimismo en el Camposanto de Pisa, donde residiendo luego largo tiempo por ser patria amadísima suya terminó sus días en edad avanzada."
Y también añade: "Además de lo dicho, fue brillantísimo en los bajos relieves, e hizo medallas de todos los príncipes de Italia y en particular las del rey Alfonso I." Según las notas, de Alfonso de Aragón existen 3 medallas con la firma del artista.
En su Breve historia de la pintura, Ponce de León apunta cómo: "La aparición del nuevo lenguaje del Quattrocento fue paulatina. Las formas góticas permanecieron profundamente arraigadas en los centros italianos, incluso en una ciudad como Florencia, hasta bien entrado el siglo XV. Gentile de Fabriano (1370-1427) demostró en obras como la Adoración de los Reyes Magos (1423), para la Iglesia florentina de Santa Trinitá, la vigencia del estilo internacional o cortesano, que se recreaba en minuciosas descripciones de una realidad idealizada."
De hecho en las notas a pie de Vidas se habla de Gentile de Fabriano como "el más elevado representante del gótico internacional
". Luego observamos un puente decisivo entre Gentile de Fabriano y Antonio Pisanello, nuestro protagonista, que conducirá al Renacimiento dejando atrás el arte medieval.
También aparece en el texto de Ponce de León la figura de Pisanello si bien no como su discípulo sí al menos como su ayudante, que en aquellos tiempos debería implicar lo otro: "Su colaborador en la decoración de la Sala del Gran Consejo del Palacio Ducal de Venecia, Antonio Pisanello, trabajó en diferentes cortes italianas, renovando el estilo internacional. Sus retratos, como el de Ginevra d´Este (en el Louvre) y Lionello d´Este (en Bérgamo) (1433) y obras como el fresco de San Jorge y la princesa (1433-1438), para la iglesia de Santa Anastasia de Verona, son el reflejo de la síntesis actualizada entre el Gótico internacional y el Renacimiento. En esta misma línea se encuentra la obra de Fran Angelico Benozzo Gozzolo y Filippo Lippi. " Si bien Fran Angelico es contemporáneo de Pisanello -su Anunciación del Prado data de 1432-, Lippi y Gozzoli son algo posteriores.
En cuanto a los frescos de San Juan de Letrán decir que existen pagos a Gentile de Fabriano desde el 28 de enero hasta julio de 1427. Estos frescos fueron retomados por Pisanello a la muerte de Gentile y también existen documentos de pagos a Pisanello por este concepto a partir del 18 de abril de 1431. "Cuando llegó Pisanello las pinturas ya se encontraban en pésimo estado de conservación a consecuencia de a humedad. Los frescos se hallan acualmente destruidos", según notas a pie de Vidas.
Así llega al fin esta entrada con el particular nombre de la serie de Notas a Viaje a Italia, viendo en definitiva cómo el libro de Goethe sólo -que no es poco- ha servido de catapulta para llegar a Pisanello, un artista que ni el texto del alemán refiere. Pero así es el mundo del arte.

Web de la galería Colonna: http://www.galleriacolonna.it/

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