sábado, julio 05, 2008

PIETER BRUEGEL en Bruselas


Historias de Bruselas (5):

PIETER BRUEGEL,
el viejo.

Bruselas es la ciudad de Bruegel, aunque no se conozca exactamente su lugar de nacimiento sí se sabe que trabajó en Bruselas en la época en que el Duque de Alba llegaba a Bélgica, y también se sabe que murió en Bruselas donde tiene un memorial. Por esta razón cuando uno pasea por Bruselas siente el espíritu bruegeliano respirando en sus calles -una sensación mística más que otra cosa, pues en la Bruselas actual del Atomium, el Parque del Cincuentenario, los grandes edificios de los comisionados europeos de la rue Loi, etc, poco queda de las escenas campestres del maestro flamenco. Nacido en 1525, se cree que en Breda, Peter Brueghel es considerado uno de los grandes maestros de la pintura flamenca del siglo XVI. Aunque no alcanzó la fama que un Miguel Ángel o un Tiziano sí que reunió cierto prestigio en su país y sus cuadros eran muy cotizados. Ha sido denominado como pintor del pueblo por sus motivos rurales, fiestas de campesinos, banquetes, cuadros moralistas, etc..., pero como dice Gombrich no por eso ha de pensarse que Brueghel fuera un campesino, así nos lo cuenta en su imprescindible y frecuentemente recurrida Historia del Arte: "El género de pintura en el que Bruegel se concentró fue el de las escenas de la vida de los campesinos. Los pintó en sus fiestas y regocijos, comiendo y trabajando, y por esta razón muchos han llegado a creer que acaso también el pintor fuera uno de ellos. Es este un error en el que incurrimos frecuentemente respecto a los artistas. Nos inclinamos a menudo a confundir sus obras con su persona.(...) Si Bruegel hubiera sido un campesino no hubiera pintado como pintó. Fue en realidad un hombre de ciudad, y su actitud respecto a la vida rústica de la aldea fue muy semejante a la de Shakespeare, para quien Quince, el carpintero, y Bottom, el tejedor, eran una especie de payasos. Fue costumbre en su época, considerar al hombre de campo como un personaje burlesco. (...) Así pues, cuando los artistas de la pintura o escritura quieren poner de manifiesto la insensatez de la condición humana, acostumbran tomar por modelo la vida popular". No sé, no lo tengo tan claro, ¿se burlaba Paco Martínez Soria de los abuelos paletos en la gran ciudad? ¿Se burlaba Velázquez de los bufones de la corte? ¿Se burlaba Vermeer de las doncellas desocupadas? Yo creo que la pintura de Brueghel rinde un homenaje a la vida campesina y no considero que encierre burla alguna, para burla la de Goya en el retrato de La familia de Carlos IV. Obras como La cosecha del heno, Regreso del ganado, Los cazadores en la nieve, La cosecha del trigo o Paisaje invernal con trampa de pájaros, encierran un sentido homenaje a la figura del hombre de campo. Pero Gombrich también habla maravillas de la pintura de Bruegel: "El propio Tintoretto no hubiera podido producir una pintura más llena de vida, de un espacio lleno de gente, que ésta en la que Bruegel se vale del recurso de retroceder la mesa hacia el fondo,...", refiriéndose a Boda campsina, del museo de Viena. Cuando uno pasea por el museo de Bruselas llega un momento en que se hace un lío con tantos Brueghel (o Bruegel), en realidad Peter (o Pieter) Bruegel el viejo (1525-1569) es el "bueno", tuvo dos hijos, Peter Bruegel el joven (1564-1638) y Jan Bruegel el viejo(1568-1625), pero ninguno de los dos fueron alumnos suyos ya que Bruegel murió cuando éstos eran dos críos. A su vez, hay un Jan Bruegel el joven (1601-1678), hijo de Jan Bruegel el viejo. Aunque el estilo de Jan difiere bastante del de su padre, inclinándose más por el paisaje y la naturalezas muertas, hay una clarísima influencia -rozando a veces la mímesis- entre los dos Peter Bruegel, de modo que hasta existe una versión por parte de Peter Bruegel el joven del cuadro de su padre Boda aldeana (o Baile de boda) de 1506 -en Detroit-, del año 1607 y que se encuentra en Bruselas. La verdad es que tuvo que pasar un rato hasta que me diera cuenta del asunto, al leer el autor y la fecha del nacimiento del artista. Rose Marie yRainer Hagen explican perfectamente las diferencias entre ambos cuadros: "El hijo varía el tema del padre, la comparación de ambos cuadros arroja luz sobre el peculiar estilo del viejo Bruegel. En el cuadro del padre: una multitud tumultuosa, vitalidad, atmósfera cargada, figuras que parecen desbordar el cuadro. En la copia del hijo: rostros hermoseados, composición más clara y espacios laterales libres de figuras enmarcan lo que no es sino una diversión inocente". Los dos cuadros más increíbles que yo he visto de Bruegel -aparte de El triunfo de la muerte, del Prado, y el de los refranes neerlandes, en Berlín- han sido dos de Bruselas: Paisaje con la caída de Ícaro, de 1558 -y que titulé por error en la traducción desde el flamenco en una entrada anterior como El vuelo de Ícaro-, y La caída de los ángeles rebeldes, de 1562. En el primero de ellos aparece el carácter moralista del Bruegel de Los refranes o Los juegos infantiles, haciéndonos ver que más vale poner los ojos en la tierra y en las cosas de ésta (el agricultor arando, el pastor cuidando el rebaño, y el pescador lanzando el anzuelo) que no intentar cosas que no están al alcance del ser humano como es volar (y vemos de Ícaro únicamente las piernas sobresaliendo del agua después de haber caído de las alturas en su fracasada misión). La luz de este cuadro es magnífica, un amarillo centelleante impregna todo el paisaje, la vista desde arriba nos refiere una actitud contemplativa, reflexiva, y la perspectiva y el enfoque de la escena es genial, conformando una especie de cono espacial. El hecho de que tanto el vuelo como la caída ya hayan sucedido nos muestran el talento narrativo de Bruegel, que con un simple detalle -las piernas de Ícaro en un reducido tamaño y en un lugar poco visible, abajo a la derecha- nos revela el asunto narrado con singular simpatía. El cuadro de los ángeles es más tradicional, con numerosas figuras sin dar sensación de apelotonamiento, "el arcángel San Miguel con armadura dorada en el centro del cuadro, expulsa del cielo a los ángeles que osaron levantarse contra Dios. Los ángeles que luchan a su lado van vestidos de blanco; al caer, los que abandonaron a Dios se transforman en seres fantásticos, mezclas abominables de pez, reptil e insecto", explican los Hagen. Y es inevitable pensar en El Bosco al ver esas formas monstruosas, y en Van Eyck al ver a esos primorosos ángeles que aquí, en lugar de cantar y tocar instrumentos, blanden espadas con bastante mala leche. Dicen los Hagen: "Si se comparan las figuras de los ángeles con las criaturas demoníacas, llama la atención el que aquéllas lleven vestimentas ondulantes que sólo permiten ver las manos y la cabeza de sus portadores, mientras que la mayoría de los seres malos está desnuda, abren su hocico a la vista del espectador. Bruegel los pinta como meros cuerpos que se han alejado del espíritu representado por los ángeles". En el museo de Bruselas había una exposición temporal (hasta el 21 de septiembre) de la British Collection llamada de Bruegel a Rubens donde se puede contemplar la masacre de los inocentes de 1566 y procedente del museo de Viena. También la ciudad esconde sorpresas bruegelianas, como una fuente junto a la iglesia de San Nicolás, en la que figura una escultura que representa el célebre cuadro La caída de los ciegos, de 1568. También se puede visitar el epitafio existente en una de las capillas de la iglesia de Notre Dame de la Chapelle y Peter Bruegel el viejo tiene su casa museo en la rue Haute.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos gusta su página.

Anónimo dijo...

No es correcto que copie literalmente parráfos enteros del libro de Ernst Gombrich ( La historia del arte, ed. debate) y no mencione su procedéncia.
Esta práctica supone el plagio de la obra de los autores a los cuales no cita.

k dijo...

Su comentario está fuera de lugar pues siempre cito mis fuentes, y si presta atención a la lectura de este artículo encontrará la referencia que usted menciona.