jueves, julio 03, 2008

Excursión a Amberes: La Virgen de Fouquet.


Historias de Bruselas (4):
Visita ineludible a Amberes:

La Virgen de Fouquet.

El último día de mi estancia en la capital de Europa hice una visita relámpago a la ciudad de Amberes (una hora en tren) para ver uno de los cuadros más increíbles que jamás se hayan pintado: La Virgen y el niño, rodeados de ángeles, de Jean Fouquet, también llamado La Virgen de Melun o la Virgen de Amberes. Este cuadro se encuentra en el Museo Real de Arte Antiguo de Amberes. Un museo extraordinario -guardián, como el de Bruselas, de muchas obras de Rubens, y es que Rubens se instaló en Amberes y su casa museo es visitable-, algo más pequeño que el de Bruselas pero con algunas obras igualmente increíbles, y con una sección de arte moderno nada desdeñable, y que no pude visitar con el tiempo que hubiera deseado. El objetivo era claro: ver la Virgen de Fouquet, y realmente mereció la pena. Jean Fouquet nació en la ciudad francesa de Tours en 1420 y murió en 1480. A pesar de no haberse conservado sino una pequeña parte de su obra -tres retratos, cuatro tablas y algunos dibujos- lo que conocemos de él es suficiente para que sea considerado uno de los grandes nombres de la pintura francesa del siglo XV. Este conocido cuadro en el que la Virgen sostiene al niño rodeada de ángeles azules y rojos conjuga la irrealidad de estos ángeles con el realismo desmesurado de las ropas y avalorios de la Virgen. Existen 3 teorías acerca del origen de este cuadro. La más aceptada es que formase un díptico con el cuadro existente en la Gemäldegalerie de Berlín, en el que vienen representados quien encargara el cuadro Etienne Chevalier -tesorero del rey Carlos VII y protegido de Agnés Sorel, amante del rey- y su patrón San Esteban. También se piensa que nunca conformaron un díptico estos dos cuadros -o sea, lo contrario. Y una tercera hipótesis reza que en realidad se trataba de un tríptico en el que la Virgen estaba en el panel central y uno de los paneles laterales ha desaparecido. A mi lo que realmente me obsesiona es que un cuadro esté en Brujas y otro en Berlín, ¿estamos locos o qué? Se supone que este díptico debía estar instalado en la tumba de Agnés Sorel en la catedral de la ciudad de Melun. Parece que en tiempos de la revolución francesa fueron vendidos por separado. Bueno, al menos ya he visto los dos. Hay igualmente varias teorías en cuanto a la naturaleza de los ángeles y su correspondencia con los colores que ostentan. Los azules bien pudieran ser ángeles que representaran a la virtud y los rojos al amor, o bien, lo azules son ángeles nocturnos y los rojos dirunos, o bien los azules son querubines, azules como el cielo, y los rojos, serafines, rojos como el fuego. De todas formas a mi lo que más me gusta es el semblante de la Virgen -inspirada al parecer en los rasgos de Agnés Sorel, quien fuera nombrada primera querida oficial de la historia, que le diera tres hijas al rey y que muriera en circunstancias no aclaradas -versión histórica: disentería; hipótesis actual: envenenada por mercurio- cuando estaba embarazada del cuarto hijo del rey -y contando tan sólo 28 años- y cuando apoyaba moralmente al rey en una campaña de guerra. Curiosamente existe un retrato de autor desconocido de Agnés Sorel que se encuentra en el Museo de bellas artes de la ciudad francesa de Angers, y cuyo parecido con la Virgen de Amberes es manifiesto. Por último no quiero dejar de advertir la presencia en este mismo museo de Amberes de la Santa Bárbara de Van Eyck. Mide 31 cm x 18 cm. Increíble. También me impresionó la Cleopatra de Cabanel.

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