lunes, noviembre 26, 2007

Arshile Gorky: ¿el Durero del siglo XX?



Según algunos autores Gorky se movió entre dos aguas: el surrealismo y el expresionismo abstracto, de hecho fue el último pintor importante que adoptara Breton -ya en Norteamérica- para su corriente surrealista, y también fue el primero de los expresionistas abstractos americanos. Yo apuntaría que se movió en realidad entre tres aguas: surrealismo, abstracción y admiración por el dibujo clásico. Sus "maestros" -fue autodidacta- fueron Picasso, Kandinsky y Miró, y es curioso cómo los dos últimos aparecen referenciados continuamente en sus cuadros, el gusto por la línea y por los volúmenes amórficos así lo manifiestan, siendo la influencia de Picasso menos evidente -no obstante realizó algunos bodegones y retratos de estética cubista que recuerdan claramente al malagueño. ¿Habría que añadir a Durero entre sus influencias? No habla de ello Hughes en su Impacto de lo nuevo: "Su línea fluida, delgada y temblorosa, dibujada a lápiz o con carboncillo, derivada de Miró, empezaba a describir ahora un paisaje totalmente original de forma órgánica, reñido con manchas intensas aunque de contornos borrosos y de colores indeterminados que él había aprendido de los cuadros de Kandinsky anteriores a 1914". Pero Gorky pensaba que el inicio del cubismo estaba en el arte medieval y es que mantuvo una relación casi de veneración con el arte armenio desde pequeño, ya que creció entre iglesias medievales, así las pinturas doradas de la iglesia de Vosdán ejercieron en él un efecto místico. Si la obra de un artista está inevitablemente condicionada por su experiencia vital en el caso de Gorky esta máxima se hace extraordinariamente indispensable para comprender su obra. Arshile Gorky nació en Armenia alrededor de 1904 . El drama pronto se asentó en su familia ya que sufrió la masacre turca de 1914 -Atom Egoyan recrea con maestría la figura de Gorky y el genocidio a través de una película dentro de su propia película "Ararat"- y aunque consiguieron escapar poco después su madre moriría de inanición quedando "Aquiles" en condición "técnica" de orfandad -su padre había emigrado a Norteamérica cuando Gorky contaba sólo 4 años de edad. Finalmente Gorky llega a EEUU en 1920 junto a sus hermanas reencontrándose con su padre. Pero esta "nueva casa" no pudo ser nunca sustituta de su patria y sobre todo de su madre. Fue un artista que nunca encontró su sitio en Nueva York, que tuvo que disfrazar su identidad continuamente y que terminó acabando con su vida en 1948. La primera vez que vi un Gorky fue en un museo de Lisboa, el Centro de Arte Moderna de la Fundación Calouste Gulbenkian. En este museo hay una pintura y dos dibujos abstractos magníficos. En Madrid hay dos cuadros de Gorky en el Thyssen, pero la mayoría de su obra está en museos americanos. Gorky fue un excelente dibujante, se inspiraba en la naturaleza para realizar sus particulares paisajes realizando un poético y lírico uso del color y de las formas que nos sumerge en una idea casi musical de la emoción pictórica -y al contemplar sus cuadros nos viene a la cabeza Van Gogh -con quien además comparte una existencia dramática. Como ya he sugerido por encima de todas sus influencias modernas sobresalía una auténtica devoción por los maestros antiguos -el gusto por la línea bien definida se advierte también en su obra más abstracta- y sus dibujos son auténticas maravillas que nos retrotraen a los genios del renacimiento Durero, Holbein o incluso a Leonardo y a los franceses del XIX Le Nain y Millet. Así tenemos autoretratos, retratos de su madre, de personaje con pipa, de señora M, de Leonora Portnoff, a la manera de Millet, a la manera de Le Nain... casi todos de la década de los treinta, justo antes de su explosión abstracta de los años cuarenta. Tenemos ante nosostros entonces a una figura absolutamente referencial en el arte abstracto moderno cuya técnica de dibujo permitiría incluirlo en épocas bastante remotas, un caso de extraordinario talento no "académico" con una capacidad de superación fuera de lo común pero que al final se vió sepultado por los acontecimientos derivando desgraciadamente hacia un terrible fin. Arshile Gorky había superado la pérdida de su madre ("la reina poetisa de la estética"), la pérdida de su identidad (ni armenio ni americano), y había encontrado un luminoso camino artístico que de todas formas no tuvo el reconocimiento en vida que sí alcanzaría tras su muerte. El final fue fatídico, una serie de desgracias se sucedieron: se quemó el granjero de Conectica donde pintaba perdiendo gran parte de su obra, fue operado de cáncer, sufrió un accidente de automóvil que le inmovilizó el brazo con el que pintaba y su mujer y sus hijos le abandonaron: terminó suicidándose.

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