jueves, noviembre 09, 2006

Las pinturas negras de Goya.





Uno de los grandes enigmas de la historia de la pintura es la ejecución por Goya de las pinturas denominadas negras en la llamada Quinta del Sordo entre 1820 y 1823.
Goya se retiró a esta finca cerca del río Manzanares en Madrid junto a la que era su amante Leocadia y su hija Rosario de 7 años. Goya decoró dos habitaciones de esta vivienda con unas sombrías pinturas que recibieron el sobrenombre de negras por la oscuridad de las mismas y el predominio del negro en ellas.
Entre ellas se encuentran algunas de las obras más impactantes que el ser humano haya concebido nunca, pinturas como Saturno devorando a su hijo -que abre la serie-, Duelo a garrotazos, Paseo del santo oficio, El aquelarre, La romería de san isidro, Asmodea, Dos viejos comiendo y la impresionante imagen que cierra la serie de Perro semihundido, quedan impresas en la retina del espectador como si hubiera recibido un puñetazo en pleno cerebro.
¿En qué estado se encontraba goya para realizar estas pinturas tan impresionantes? ¿Cómo fue posible que este hombre se adelantara al expresionismo del siglo XX de una forma tan excepcional? Los rostros de los figurantes están deformados hasta el estado de caricatura más fantasmal, trastornos faciales que utilizarían mucho más tarde autores como Ensor, Beckman, Munch, etc...
Muchas fuentes apuntan a que Goya sufrió una enfermedad llamada saturnismo. Esta enfermedad obedece a una intoxicación por plomo, y su nombre proviene de que siempre se ha denominado al planeta saturno como el planeta del plomo, más por el brillo que tiene su superficie que por la constatación de que allí exista plomo realmente. Esta intoxicación procedería del manejo de las pinturas que hasta 1957 contenían este metal. El saturnismo puede desencadenar crisis epilépticas y aunque en general los sintomas no son claros parece que la enfermedad cursa con debilitamiento general, hiperirritabilidad (me acuerdo de la interpretación magistral de Paco Rabal en Goya en Burdeos de Saura) e incluso puede llevar a la muerte, aunque en ningún lado encontré que la enfermedad dotara especialmente para la realización de pinturas tétricas y magistrales. Algunos autores incluso sugieren que van Gogh también sufrió esta enfermedad (por el momento la presencia del profesor Livingstone en esta hipótesis no está constatada, pero investigaré a fondo esta posibilidad). La primera pintura negra es Saturno devorando a su hijo y aquí Goya puede estar realizando una clara alusión a su enfermedad aunque también se ha interpretado esta obra como una representación de Fernando VII devorando a su pueblo para conservar el trono o también se considera una representación de la santa inquisición. Las obras originalmente pintadas en las paredes de la quinta del sordo como se ha dicho actualmente se encuentran en el Museo del Prado en Madrid. Para ello fueron trasladadas al lienzo por orden del banquero Emile d´Erlanger en 1873. El encargado de hacerlo fue el director del museo del prado Martínez Cubells que además se ocupó de restaurar los desperfectos que las obras hubieron sufrido en el traslado. Es por eso que hoy día las pinturas no se nos presentan en su estado originario, por ejemplo, el saturno presentaba un gran pene eréctil que fue borrado en el proceso.
En total se trata de 14 pinturas de diferentes tamaños repartidas en dos habitaciones. En 1878 fueron expuestas en el pabellón del Trocadero en París y el crítico Hamerton las definió como: "Los abortos más viles que jamás pensara el cerebro de un pecador", crítica que sin duda hubiera agradado a don Francisco, ya que es el tipo de halago que les gusta recibir a las retorcidas mentes de los creadores.
Los expertos no terminan en ponerse de acuerdo con respecto a las interpretaciones de las diferentes pinturas negras, lo cual hace a las pinturas más grandes -y más pequeños a los expertos-, lo que sí está claro es que son una reflexión sobre toda la obra de Goya, utilizó los temas que siempre le interesaron -por ejemplo, el macho cabrío realizado para los duques de osuna que se encuentra en el museo lázaro galdiano de Madrid es un claro precursor de aquelarre o el gran crabón de la quinta del sordo-, además el uso de nuevas técnicas pictóricas como la utilización del negro de imprenta y de un nuevo concepto estético hacen de Goya el auténtico precursor del arte moderno.
quería advertir que buscando fotos por internet de estas magníficas pinturas me he encontrado con muchas tonterías, tonterías tales como que El coloso de 1812 o El aquelarre de 1798 pertenecen a las llamadas pinturas negras, cosas totalmente inciertas.
Para finalizar quería hacer una mención especial al que me parece uno de las grandes obras de Goya y por tanto del ser humano. Me refiero al Perro hundiéndose. Ese perro ¿se está hundiendo o está asomando simplemente? ¿adónde mira? ¿espera algo de alguien? ¿tiene miedo o sólo está escéptico de lo que está por venir? En resumen, puede que Goya en esta pintura quisiera reflejar el verdadero estado de la conciencia humana, ese estado de confusión que en muchas ocasiones nos impide elegir el camino adecuado, ese estado que define nuestra inseguridad y nuestro terror a la inexistencia.

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