viernes, enero 08, 2010

ALLART VAN EVERDINGEN.



Notas a Viaje a Italia, de GOETHE:


ALLART VAN EVERDINGEN.


El 11 de septiembre, en Trento, escribe Goethe en su Viaje a Italia:
"El postillón se adormilaba, y los caballos descendían la ladera a trote muy rápido, siguiendo siempre las sendas conocidas. En cuanto el terreno se hacía llano, disminuían su velocidad. Entonces el conductor se espabilaba y los fustigaba de nuevo, de suerte que marchábamos velozmente, por entre los peñascos, llegando pronto a orillas del impetuoso río Eisak. La luna salió iluminando objetos fantásticos. Algunos molinos entre pinos centenarios, sobre el río espumoso, parecían verdaderos Everdingen."
Allart Pietersz van Everdingen fue un pintor holandés del siglo XVII nacido en Alkmaar en 1621. Según datos del Rijsmuseum, y de acuerdo con la biografía de Houbraken, Everdingen aprendió su arte de los pintores Roelant Savery y Pieter de Molyn. En 1644 viajó a Escandinavia. Las escenas de este viaje conformaron la inspiración para sus últimas pinturas. Una vez de vuelta a Holanda, Van Everdingen se instaló primero en Haarlem y luego en Amsterdam, donde permaneció hasta su muerte en 1675. Probablemente viajara a Suecia una vez más en los años 60 a comisión por parte de la familia Trip, pero algunos autores no lo confirman. Fue el primer pintor holandés que retrató el paisaje sueco. Su único alumno fue el pintor de marinas Ludolf Bakhuizen. Puede que fuera oficialmente porque luego se han reconocido varios autores al menos seguidores de la obra del maestro como Ruisdael o Claus Berchem.En la National Gallery de Londres se puede encontrar una obra suya (A saw-mill by a torrent, sobre 1670) y en la web del museo leemos que fue hermano del pintor Cesar Van Everdingen y que fue el primer pintor que introdujo un nuevo tipo de paisaje en la pintura holandesa: escenas de montañas rocosas con torrentes o cascadas. Por supuesto también hay cuadros suyos en el Rijsmuseum de Amsterdam (por ejemplo De geschutgieterij van Hendrik Trip te Julitabroeck, Södermanland, Zweden, de 1675, lo cual confirmaría la teoría del segundo viaje a Suecia gracias a la familia Trip) y en el Mauristhuis de La Haya (Gezicht op kasteel Montjardin, sobre 1660-70), así como en Viena, San Petersburgo y el Louvre. Hay un Paisaje de montaña con un valle y un río, que es un óleo sobre lienzo de 82,5x111 cm firmado y fechado en 1647 y que se encuentra en el Statens Museum for Kunst de Copenhague. Este cuadro junto al siguiente que comentaremos se expusieron en el museo Thyssen de Madrid como parte de la muestra El siglo de oro del paisaje holandés celebrada en 1994.
Dice Sutton en la Introducción del catálogo sobre el Paisaje antes mencionado: "Allart van Everdingen satisfizo la curiosidad natural que los habitantes de Renania sentían por las montañas con los productos artísticos que salieron de sus pinceles durante una excursión que hizo al área de los alrededores de Göteborg en el año 1644. Aunque estaba de vuelta en Holanda al año siguiente y aparentemente nunca volvió a Suecia, los apuntes que esbozó durante su viaje le sirvieron para pintar durante el resto de su vida montañas llenas de cantos rodados y cataratas. Pintó también ocasionalmente el ondulado campo sueco pero mucho más habituales fueron sus imágenes de rocas, macizos, acantilados, precipicios y cataratas. Como Cuyp, se introdujo en las bellezas del paisaje meridional a partir del estudio de las obras de sus paisanos recién llegados de Italia. Jacob van Ruisdael deberá a su vez a Everdingen su comprensión de un tema que, irónicamente, está más estrechamente asociado a su persona que a la de cualquier otro artista: la catarata."
Digamos entonces que van Everdingen fue el pintor-catarata o cascada. En todos estos paisajistas holandeses del XVII se atisbaba la huella de pintores anteriores ilustres como el propio Peter Brueghel o Patinir, y por delante de van Everdingen pintaron increíbles paisajes autores como el hijo de Brueghel, Jan Brueghel I, y van Goyen.

Según texto del catálogo escrito por Peter Sutton: "Desde una alta perspectiva vemos desplegarse ante nuestros ojos una sucesión ininterrumpida de escarpados acantilados coronados por majestuosos abetos. La cascada que se precipita escalonadamente en la zona derecha del cuadro quiebra abruptamente la tranquilidad de la escena. Cúmulos de oscuras nubes ocupan casi la mitad del espacio del cuadro introduciendo una nota inquietante."Ya en este cuadro se advierten las tres temáticas principales de lo que será el resto de su obra, a saber:
-vistas de extensiones de tierra tierra adentro;
-fiordos habitualmente con cabañas de madera o pueblos;
-escenas de montañas y cascadas.
Sutton reconoce la influencia de su maestro Roelant Savery ya que según él: "mientras que la motivación directa para pintar cordilleras de montañas provienen del viaje que hizo Everdingen a aquel país nórdico en 1644, gran parte de la estructura compositiva de sus cuadros proviene de la influencia de Savery, que está documentado que fue uno de sus maestros. Las vistas de montañas de Savery tienen muchos puntos en común con esta pintura, entre ellos la catarata, las formaciones rocosas en espiral coronadas por árboles enhiestos, el austero árbol marchito del primer plano y la perspectiva que se hunde en el fondo de un interior montañoso poblado de árboles."
Pero vamos a ver, ¡así que Savery ya pintó cataratas en 1608! (cobre de 20x16 cm en el Landesmuseum de Hannover). Parece que Savery estuvo dibujando en las montañas del Tirol, y su paisajística estuvo referida de algún modo en el Lucifer del dramaturgo Joost van Vondel el cual describía cascadas escandinavas y troncos caídos. Esta herencia le vino al pelo a van Everdingen para su temática particular de forma que otros autores como Ruysdael, Berchem y hasta De Molijn ¡el maestro de Everdingen! utilizaron elementos everdingenianos en sus cuadros como "abetos, cascadas y formaciones rocosas".


El otro cuadro expuesto por van Everdingen en aquella exposición del Thyssen fue Paisaje de montaña con una ermita (cercano al final de la década de 1650). Es un óleo sobre lienzo de 62,5 x 79,5 cmm y que pertenece al Landesmuseum de Hannover. Según Sutton el cuadro se pintaría diez años después del viaje a Escandinavia. Ya le duraba la inspiración al colega... Un tal Davies ha observado que "comparativamente el toque de la pintura de Copenhague del año 1647 está más controlado y la iluminación es más regular y consistente en su uso de contrastes de valor." Parece que Everdingen aquí "emplea un tono medio en el primer plano (rocas marrones, árboles, iglesia y figuras) que contrasta espectacularmente con la mucho más oscuro área del fondo (profundos bosques verdes azulados) a lo que sigue una zona más ligera en los peñascos grises tornasolados de la zona superior". La verdad es que el juego de iluminaciones que realiza aquí Everdingen es muy especial, con tres planos bien distinguidos y que no siguen una gradación continua sino que funciona a modo de sandwich. Siempre tuve conversaciones con pirlosky acerca de la importancia de las sombras, nunca me aclaraba si debían estar en segundo plano o en primero, en este cuadro Everdingen da una lección magistral de transacciones y consigue que el cerro del fondo reluzca poderosamente, mientras vemos a dos figuras que parecen ser jinetes cuyos caballos se pierden en el corte que produce el cambio de rasante y que van en dirección hacia el bosque oscuro. La ermita en alto, casi asomándose al cambio de nivel ocupa de posición casi religiosa, como de protección para los dos viajantes, o como amenaza... quién sabe. Según Sutton, que sabe un montón de esto: "no cabe duda que la capilla que aquí representa está dotada de una mayor fragilidad dramática por el hecho de haber sido situada en un soporte rocoso y estar rodeada por abruptas escarpaduras."
Curiosamente Everdingen sufrió una influencia de uno de sus discípulos, Jacob von Ruisdael, quien en 1653 pintara su Castillo de Bentheim, y que es un precedente directo de una pintura de Everdingen Paisaje de montaña con un castillo en la Staatsgalerie de Sttutgart. Vemos entonces como estos paisajistas obtenían una retroalimentación de sus discípulos y lógicamente los discípulos de sus maestros. Ahora bien, ¿pensaba realmente Goethe en Everdingen cuando escribió el texto que inicia este artículo? Porque Goethe no menciona ninguna catarata. Bien es cierto que no hay cataratas en todos los Everdingen, pero sí es verdad que la catarata es su seña de identidad, y si hacemos una referencia tan clara a un pintor deberíamos escoger alguno que ilustre más personalmente la comparación. Le salva a Goethe algún cuadro con Molino del Rijs Museum de Amsterdam (o también el de la National Gallery con torrente) y podemos apreciar cómo su discípulo Jacob von Ruisdael también pintar algún que otro molino como por ejemplo el increíble (casi constabliano) Dos molinos de agua con una esclusa abierta, de 1653, y que está en el Paul Getty Museum de Malibú.

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