martes, enero 26, 2010

Notas a Viaje a Italia, de Goethe (4)



Notas a Viaje a Italia, de Goethe (4):
El señor Hackert.
"Roma 16 de junio.En Tívoli estaba muy cansado de los paseos y por haber dibujado con el calor. Allí me acompañó el señor Hackert, hombre dotado de una increíble maestría en el arte de copiar la naturaleza y de dar inmediatamente forma a un dibujo. En estos pocos días aprendí mucho de él. No quiero decir nada más. Esto también constituye una cima de la naturaleza. Una cascada de forma muy compleja produce los efectos más espléndidos en el paisaje. Los halagos y las críticas del señor Hackert me han ayudado a progresar. Medio en broma, medio en serio me ha propuesto que me quede 18 meses en Italia para ejercitarme sobre la base de unos principios sólidos. Me ha prometido que después de este tiempo sentiría placer en mi trabajo. También veo de manera diáfana lo que hay que estudiar y cómo hay que hacerlo para superar ciertas dificultades, porque, de otro modo, éstas suponen un peso que uno arrastra toda la vida."
Este señor Hackert que acompañó a Goethe y fue de algún modo su maestro en técnicas pictóricas y de dibujo, era un pintor alemán, nacido en 1737 en Prenzlau, se llamaba Jakob Phillip Hackert., y contaba unos cincuenta años cuando coincidió con Goethe en Italia.
"Nápoles, 27 de mayo de 1787.
A instancias de mi amigo Hackert, que se muestra cada vez más amable conmigo y quiere ponerme en conocimiento de todo lo notable, Hamilton nos condujo a sus aposentos secretos, donde guarda obras de arte y antigüedades diversas."
También sale el señor Hackert en una carta del amigo de Goethe, Tischbein, es decir, el señor Hackert estaba en todas partes.
"Tischbein a Goethe. Nápoles, 10 de julio de 1787
Nuestro viaje de Roma a Capua fue muy feliz y agradable. En Albano se nos unió Hackert; en Velltri almorzamos en casa del cardenal Borgia y la contemplación de su museo constituyó un placer especial para mí, ya que me fijé en detalles que la primera vez había pasado por alto."

Según Alexander Rauch, nuestro especialista en pintura romántica: "Estudió en Berlín con el francés Le Sueur en la línea del paisajismo clásico-barroco de los holandeses pero cuando en 1764 se marchó a Roma fue uno de los primeros "romanos de origen alemán" en familiarizarse con Poussin y en aplicar en la pintura del paisaje los principios clasicistas. El editor de sus apuntes biográficos fue el mismísimo Goethe. Su obra es una demostración de cómo sus paisajes, de carácter inicialmente barroco, eran cada vez más clásicos. Si su Vista de San Pedro de Roma reflejaba su vinculación holandesa, su estilo no tardaría en adquirir mayor claridad y sus líneas pronto serían más delimitadoras. Pero a diferencia de Koch y de Reinhart que lo calificaron despectivamente de "redutista", precisamente porque no ocultaba su habilidad comercial, Hackert mantuvo en sus paisajes la fidelidad topográfica, que era justamente lo que tanto apreciaban sus compradores en su afán por llevarse a sus casas sus experiencias italianas. Sus Saltos de agua de Terni (1779) indican que Hackert era capaz de la línea heroica al estilo de Koch. Están hábilmente calculadas las proporciones de las rocas y el arbolado y de la perspectiva del fondo que es borrosa, de modo que, independientemente de sus dimensiones, los saltos de agua resultan impresionantes.

Este tipo de cuadros señalaban un nuevo punto de gravedad de la pintura clasicista y romántica alemana, concretamente lo designamos con el nombre de paisajismo heroico primero y sentimental después."

La referencia a Koch es muy clara en el texto de Rauch, más adelante en la parte dedicada a Koch aparece de rebote de nuevo el señor Hackert: "Joseph Anton Koch puede ser considerado como el principal maestro del paisaje clasicista. Quiso distanciarse de Hackert: "Escojo a la diosa sublime y rechazo la moda, quien no haya elaborado en sí mismo la naturaleza a través de largos estudios, podrá se acaso un Hackert, pero nunca un paisajista".

En cuanto al cuadro comentado por Rauch, La cascada de Terni, decir que más bien parece un decorado de El señor de los anillos que otra cosa. Las proporciones son hábilmente manipuladas para conseguir cierto efecto estratosférico de la corriente ampulosa de agua, la trayectoria que parece llevar el curso del río es absolutamente incomprensible. Por otro lado, los colores castaños y cobrizos del entorno son de una gran intensidad -si bien tampoco hay que fiarse mucho de las reproducciones-, el agua turbulenta espumosa en su totalidad sirve de base para el surgimiento de un esplendoroso arco iris, la vegetación a veces sólo apuntada a modo de musgos o hierbas indefinidas está salpicada de árboles que muestran su silueta en primer plano y otros que presiden la caída del agua en el comienzo de la cascada. Yo no sé qué pensar de este cuadro, es ciertamente admirable, pero también resulta muy extraño, demasiado pintoresco creo. Además, después de la entrada en este mismo apartado dedicado al Viaje a Italia de Goethe pudimos observar la maestría de van Everdingen como gran paisajista con motivos de cascadas resulta curioso toparnos con este Hackert que parece seguir su estela. Este cuadro, que mide en 98x80, está en una colección privada, así que será difícil verlo a no ser que se preste para alguna exposición temática o del autor.
Otro cuadro de Hackert es Las excavaciones de Pompeya, de 1799, donde se aprecian ecos de Claudio de Lorena y del mismo Poussin, y se encuentra en Attingham Park, en Shropshire, Inglaterra.

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