
Sólo a un idiota como van helsing se le ocurriría atreverse a escribir en su blog sobre el mejor pintor de todos los tiempos para hacer simplemente el ridículo. Como el ridículo y el absurdo eran dos conceptos que yo consideraba en clara conjunción con el caos decidí que lo mejor era ocuparme de La venus del espejo que se encuentra en la National Gallery de Londres desde una perspectiva esquizoide y escéptica respecto a los estudiosos expertos. Cuando fui a Londres pensaba que sería un viaje absurdo para un ser absurdo que pretendía salir de un universo absurdo. Una vez allí confirmé estos datos y me metí en la National Gallery. Una de las primeras salas estaba dedicada a la pintura española con obras de Velázquez, Zurbarán, El Greco, Ribera, Goya y Murillo entre otros. Me detuve un buen rato para ver La venus del espejo. Era la primera hora de la mañana -yo había estado esperando en Trafalgar Square frente a St Martin in the fields a que abriera el museo y reflexionando sobre la idoneidad de sobrevivir al tiempo en un estado meramente no crepuscular- y estaba solo en aquella sala frente a aquel gran cuadro y a mis espaldas unos empleados del museo hablaban del partido de fútbol del mundial entre las selecciones de Inglaterra y Alemania. Sin embargo yo sabía que por mucho tiempo que estuviera allí nada cambiaría mi original percepción del cuadro, es decir, en realidad era como si no hubiera estado nunca, simplemente por esa correspondencia con la irrealidad que nos aborda cuando estamos frente a una obra maestra, es decir, yo sabía perfectamente que mi tiempo frente a la Venus del espejo era un tiempo absolutamente perdido, para La venus y para mi en consecuencia. Fue pintado en la misma época que Las hilanderas, alrededor de 1648, algunos autores dicen que lo esbozó en Italia durante su segundo viaje y que lo terminó en Madrid, otros que lo pintó por entero en Madrid y otros autores no dicen nada. Según Ristori y sus colegas es una obra "inspirada en Tiziano, pero de una ligereza y gracia enteramente personales". No falta el aguafiestas de turno como por ejemplo el "super-erudito" de la obra velazqueña López-Rey, quien apunta que "este cuadro fue limpiado exageradamente y restaurado en exceso en 1965. Como resultado de todo ello aparece impropiamente esbozado en algunos lugares y sobrecargado en otros". Por lo que deduzco que soy gilipollas porque a mi me parece que es absolutamente magistral, inigualable y además de una belleza sublime tal y como está. Aunque luego dice: "No existe otra obra del mismo tema que pueda compararse a este espacio, con su exuberante fidelidad en textura y colores". No me aclaro, ¿"impropiamente esbozado"? ó ¿"exuberante fidelidad"?, creo que este tipo se apunta al caos de la forma más impúdica. La obra fue recortada en algún momento por la izquierda según se deduce de los diferentes tamaños atribuidos en dos inventarios de la época. Además en 1914 un sufragista le asestó unas cuantas puñaladas en la espalda a la figura de Venus. No sé realmente qué demonios es un "sufragista" pero creo que fue su naturaleza psicótica lo que le impulsó a tal acción más que el hecho de ser sufragista.
Mucho se ha hablado del rostro de la venus o mejor dicho de la imagen del rostro de la venus, el cual aparece borroso como intentando esconder la identidad de la modelo, pero he leído menos -más bien nada- sobre el también borroso rostro del cupido y del extraño dibujo que conforma su pierna izquierda -para mi que esa pierna no es de Velázquez. Pero dejemos hablar a los que saben, Andreas Rater dice del cuadro: "Venus aparece en una postura sensual y, sin embargo, es todo pudor, está tan unida al cuadro que no pueda tocarse", -que se lo digan al sufragista-, y continúa "Cupido, desarmado, sin flechas ni carcaj, sostiene un espejo, con las manos atadas por una cinta rosa", crítica descriptiva llamaría yo a esto, perdón, y continúa "está condenado a la inactividad, a contemplar a la diosa. El cuadro, contra las leyes de la óptica, no nos muestra el frente de la diosa sino únicamente su rostro difuminado". Realmente el espejo no apunta a la cara de la venus y además la cabeza reflejada es de un tamaño superior al que se pudiera esperar teniendo en cuenta la distancia que existe entre el espejo y la venus, luego, ¿sería posible que estuviéramos ante un nuevo juego de espejos como en Las meninas del propio autor? Es decir, ¿podría ser el rostro reflejado el de alguien que observa tras la venus en lugar del de la propia venus? Después de contemplar esta maravilla hice mi recorrido exhaustivo por toda la National Gallery observando cómo algunos cuadros -en El matrimonio Arnolfini de Van Eyck o El retrato ecuestre de Carlos II de Van Dyck- presentaban una señal excepcional que los catalogaba como Highlight del Museo. Sin embargo La venus del espejo de Velázquez no tenía esta consideración, es decir, uno de los mejores cuadros del más grande pintor de todos los tiempos no es considerado por los ingleses como un Highlight del museo, ¿es esto absurdo o no?
Espero no haber aburrido a mis lectores con estas notas, y aprovechando que estoy leyendo Hormigón de Thomas Bernhard lo citaré textualmente: "Siempre hablábamos de ideas claras, pero nunca tuvimos ninguna, no sé de dónde viene esa frase, quizás de mí mismo, pero la he leído en alguna parte, quizá se encuentre algún día entre mis notas. Decimos notas para no tener que avergonzarnos, aunque en secreto creamos que esas frases que calificamos de notas son algo más. Pero de todo lo que nos afecta creemos, siempre, que es algo más".