lunes, mayo 21, 2007

Bonnard y los nabis.



Estoy descubriendo actualmente a esos pintores denominados nabis, es decir, Maurice Denis, Pierre Bonnard, Edouard Vuillard, etc. Siempre me habían parecido una consecuencia inútil del impresionismo y en realidad un puente entre éstos y los fauvistas pero ahora, al reencontrarme con algunas obras de ellos me estoy dando cuenta lo importante que fueron para la historia del arte. En 1890 Maurice Denis escribió en Art et Critique un artículo manifiesto en el que decía cosas como ésta: "Recuérdese que un cuadro, antes de ser caballo de batalla, una mujer desnuda o una anécdota culauqiera, es esencialmente una superficie plana cubierta de colores dispuestos según cierto orden". Influenciados por el arte japonés (siguiendo un poco la estela dejada por Gauguin) realzaron el valor de la pintura pura prescindiendo del motivo, de forma que en sus obras predominan las escenas íntimas de interior, unas escenas que no tenían gran interés en principio. Estaríamos pues ante una de las posturas más revolucionarias en cuanto al arte se refiere, ya que puede ser la primera vez que el artista se aleja claramente de lo representado, provocando quizás un cisma definitivo entre realidad y arte. El inicio de este movimiento tuvo lugar en la pintura de Serusier El talismán, una pequeña obra que pintara a instancias de Gauguin. Sucedió en el Bois d´Amour en 1888 cuando Gauguin le daba una lección a Paul Serusier que contaba entonces 25 años. "¿De qué color ves este árbol?", "es verde", contestó el joven, "Pues ponga verde, el más bello de la paleta. ¿Y esta sombra?", "Más bien azul", contestó Serusier, "Pues no tema en pintarla tan azul como le sea posible".
Los nabis se reunen cada mes y adoptan seudónimos, Ranson, Serusier, Denis, Bonnard, Lacombe, Vuillard son así el templo, nabi a la barbe rutilante, nabi aux belles icones, nabi japonard, nabi sculpteur, el zouave y nabi obeliscal, pero esto no deja de ser una pantomima que poco o nada tiene que ver con su importancia artística. Es reconocida la influencia de Bonnard en la obra de Matisse, así Gombrich explica: "Podemos observar que Matisse continuó por los caminos que había explorado Bonnard, pero así como Bonnard todavía quería transmitir la impresión de luz y centelleo, Matisse fue mucho más lejos al transformar lo que veía ante sí en un esquema decorativo". Es un comentario muy interesante de Gombrich pero disiento con él -es que si no no hay polémica y el artículo se acaba muy pronto- en un punto y es en la valoración de que Matisse fue "mucho más allá" que Bonnard, perdone usted señor Gombrich pero de Bonnard a Matisse hay un pasito mientras que de los simbolistas a Bonnard hay una caminata, lógicamente algo debió innovar el gran Mattisse pero creo que lo fundamental ya lo tenían hecho los nabis y me refiero a ese concepto moderno de entender la pintura como algo independiente de lo representado. En la historia del arte de Salvat podemos leer que "algunos estudiosos de la obra de Bonnard aseguran que a diferencia de Degas, cuya visión parace nacer de un contacto instantáneo, la de aquel se formó después de una larga presencia". Otros nabis fueron como ya he dicho, Vuillard, Serusier, Valloton y Denis, pero sinceramente los veo muy inferiores a Bonnard. Los colores utilizados por Bonnard, las perspectivas, las posturas de los modelos, la luz absolutamente impactante convierten a este pintor en uno de mis favoritos y espero no volver a pasar de largo otra vez cuando revisite el Orsay para no perder tiempo y contemplar las catedrales de Monet o las haitianas de Gauguin o los magníficos Cezanne ya que Bonnard debe por sí solo justificar la visita a cualquier museo.

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