lunes, diciembre 11, 2006

Tàpies o la inagotable creatividad de un genio.



Dentro de dos días el artista español Antoni Tàpies cumplirá 83 años. Es uno de esos talentos creadores cuyo trabajo no disminuye con la edad. Recuerda a las grandes figuras de la historia de la pintura como Miguel Ángel, Tiziano, Picasso que fueron muy longevos y que pintaron hasta casi los últimos días de sus vidas y con un afán innovador y productivo propios más de un genio que comienza que de autores que ya lo habían demostrado todo a nivel artístico.
Este jovencito de talento prometedor inaugura estos días 3 exposiciones casi simultáneas en madrid, parís y barcelona: Galería Soledad Lorenzo, Madrid Tàpies 16 noviembre - 23 diciembre, 2006 Galeria Toni Tàpies, Barcelona Antoni Tàpies. Obra reciente 30 noviembre 2006 - 2 febrero 2007 Fundació Antoni Tàpies, Barcelona Los carteles de Tàpies y la esfera pública 20 diciembre 2006 - 25 febrero 2007.
Entender la pintura de Tàpies no es fácil, no lo es para los expertos en arte y mucho menos lo es para un aficionado como yo. La primera vez que vi un Tàpies fue en el reina sofía de Madrid y me dije "cielos, parece como si lo hubiera pintado la tarde después de que acabara el mundo", y éste es el tipo de cosas que te puede hacer pensar una obra de Tàpies, cosas que van más allá de la función estética de la pintura. Según Cirici-Pellicer "el concepto de transverberación de Tàpies significa una visión dual próxima a los cátaros y que, a la manera semiótica y neoplatónica, se polariza en los elementos de luz y tiniebla", no está muy claro lo que quiere decir pero parece interesante. Borja villel defiende el arte de Tàpies como "concepción totalizadora del mundo que es característica de la magia. Pinturas matéricas y objetos que representan la realidad a la vez que forman parte de la misma". Y es que como dice Bozal, Tàpies es un artista chamán, pero no como curador sino en el sentido estético pues su poder no es el de poner las manos sino el de invocar nuestra memoria y nuestra experiencia. Porque Tàpies parte de una base teórica y de un conocimiento de la historia de la pintura que le permite dialogar con los artistas de su generación (los platos rotos de Schnabel y la paja de Kiefer están deuda con el arte de Tàpies) . Los precedentes de la pintura matérica los encontramos en los drippings de Pollock, y en los cuadros con objetos de Jasper Jons (un bastidor era presentado como elemento central del lienzo en su obra Canvas) y Rauschenberg (colocó barro en una caja de madera que colgó en la pared como si fuera un lienzo). Es Tàpies por tanto un pintor formalista, obsesionado por las formas y los materiales, por los problemas técnicos en definitiva. Si bien también ha sido definido como informalista, lo cual resulta cuando menos un poco contradictorio y yo creo que esto se debe a que la materia en la pintura de Tàpies no es materia per se sino que pretende un significado que determina el simbolismo de su obra. Es en la década de los cincuenta cuando Tàpies abandona su iconografía surrealista y su espacio ilusionista para crear una nueva superficie pictórica a base de materia que confiere a sus pinturas un aspecto como de muro y donde realiza garabatos, incisiones, huellas, y dibuja letras o cruces etc. Pero ese muro está protegido, ese muro no sufrirá las inclemencias del tiempo y por tanto será indemne al deterioro, es como si el tiempo se hubiera paralizado, es la obra del artista, en realidad, Tàpies detiene el tiempo. otro aspecto importante de la pintura de Tàpies es su influencia oriental, es decir, el primitivismo del espíritu que conlleva la pintura oriental en donde el artista se enfrenta al vacío del pensamiento, utiliza la regla del único trazo del pincel, y donde a través de la espontaneidad pura y vacía el artista puede llegar a la raíz de las cosas. Pero nosotros lo que vemos en Tàpies son muros, tapias en realidad, sacos, paja, tierra, materiales de obra, sillas, objetos diversos allí colocados, y pensamos ¿qué es esto?, ¿qué quiere decirnos el autor? Bueno, a veces viene bien si estás amueblando la casa o haciendo alguna chapuza en el jardín, un poco de mezcla y unos ladrillos nunca vienen mal realmente. El artista extrae de su contexto habitual los objetos humildes cotidianos y los ensalza a la categoría de arte por el simple hecho de estar expuestos, es el poder del artista, a esa acción une la formación de símbolos que representan lo perdurable de la existencia humana y la detención del tiempo, y a eso le añade un desafío existencial cuestionando el gusto por la belleza y por el orden, y lo hace actuando en la frontera entre el arte y la realidad, y la mayoría de las ocasiones actúa también en otra frontera, la que existe entre la pintura y la escultura. Según Guilbaut Tàpies utiliza la función estética de sus obras para lanzar lo degenerado al núcleo de su producción, desestabilizando gustos, y hace uso de la metáfora para despertarnos del sueño de la belleza y el orden tradicional de las cosas. Borja Villel habla de la pintura de Tàpies como una escritura no verbal en la que aparece una fragmentación del yo (orgánico -manos o más bien formas de manos- y espiritual -el yo maníaco, el yo melancólico, el yo vanidoso, etc.-, añadiría yo). Algunos autores ven en él una clara influencia de Rembrandt, por el hecho de hacer emanar de sus fangosas y matéricas formas un halo de luminosidad casi tangible. Balthus dijo de él: "es el único pintor actual que me suscita interés, aunque está muy alejado de la concepción que tengo y aunque, de manera general, estas nuevas formas de representación no me atraigan. Braque hablaba con frecuencia del efecto pictórico. Bien, en la pintura de Tàpies he descubierto, o a veces entrevisto, ese efecto pictórico. En su obra, las cosas se tratan en profundidad: se desprende de ellas tal fuerza, tal densidad, que podríamos creer ver que su pintura se mueve."

2 comentarios:

pirlosky dijo...

estimado helsing, me ha gustado mucho que dedique su poste a tapies. quiero comentar un par de cosas.
primero la inteligencia de su pintura, que para mí brilla sobre todo en la vena humorística que a veces saca a pasear. me recuerda mucho a miró. por ejemplo, la "bailarina española" de miró se puede comparar con "violín y puerta metálica" de tápies (no estoy seguro de que se llama así, pero desde luego es un violín sobre una puerta metálica). esto de colocar juntos objetos inesperados también es muy cercano a ese otro genio catalán llamado joan brossa (sombreros fuera).
en este ejemplo aparecen también otra de las constantes de tápies, la música, que ha tenido para él una gran importancia. le comento de pasada que halfter tiene una obra dedicada a tápies denominada "muros".
la reseña de brossa viene a cuento también de otra de las aficiones de tápies, la magia, pero no la he entendido nunca en su sentido trascendente sino en el de ilusionismo, como los niños aprecian la magia, una mezcla de juego y misterio. no estoy de acuerdo en ese análisis del tápies chamán-terapéutico-etc, que me parece demasiado pretencioso.
otro aspecto de tápies es su cercanía a la literatura y en especial a los poetas, como el propio brossa, cirlot, jose angel valente, con quienes tiene interesantes colaboraciones.
en fin, muchas cosas elogiosas de tápies podría añadir, pero estos aspectos me hacen sentir muy cercana la pintura de tapies, además de la potencia de sus imágenes, la técnica impecable y todas esas cosas que usted ha indicado.

k dijo...

señor pirlosky, está muy bien su comentario -conocía la afición de tàpies por la música sobre todo de wagner y brahms- y hasta que no lo he leído no me he dado cuenta -aunque a usted no le ha parecido acertada esta cuestión, a pesar de que es una idea que procede del propio tàpies- de la analogía con mi anterior entrada ya que también cuando grunewald pintó el retablo de issenheim se pretendía que tuviera un efecto curativo en un hospital, lo cual nos aproxima a una función de la pintura en la sociedad que creo que no se tiene suficientemente asumida y que es el de su efecto terapéutico.