jueves, enero 18, 2007

Dadá.




El 15 de febrero de 1916 el poeta pacifista alemán Hugo Ball fundó el cabaret voltaire en la ciudad de Zürich. Allí empezaron a reunirse artistas de todo tipo llegados desde Alemania huyendo de la guerra. Recitaban poesías, cantaban, bailaban y se exponían obras de arte. Ellos bautizaron el movimiento Dadá, y eran el escritor rumano tristán Tzara (seudónimo del poeta veinteañero Sam Rosenstock), el escritor alemán Hugo Ball, el escultor y pintor alsaciano Hans Arp, la también pintora Emmy Hennings, el cineasta y pintor Hans Richter, el escultor y poeta berlinés Richard Huesselbenk y el pintor o lo que fuera y de donde fuera Marcel Janco.
Básicamente ellos querían expresar un total rechazo a la burguesía, a la guerra y al arte en general. Odiaban del arte esa postura que adoptaban los artistas que se consideraban divinos e inalcanzables, odiaban de la burguesía esa intolerancia con las nuevas vanguardias artísticas por el simple hecho de no comprenderlas, y odiaban de la guerra todo. En realidad fue un movimiento nihilista que lo negaba todo, desde el proceso de creación hasta el significado de la obra, de forma que pretendían borrar toda huella artística, toda señal de emoción y sobre todo pretendían eliminar por completo a la figura del autor, genial. Publicaron centenares de manifiestos dadás donde daban a conocer sus ideas. Manejaban herramientas tan sutiles y a veces tan destructivas como la ironía, el humor, el azar y el absurdo con la única finalidad de desvalorizar el concepto de arte y convertirlo en algo más cercano al pueblo llano. Independientemente de su oportunismo, de sus talentos como artistas, de sus objetivos más o menos confusos, lo cierto es que los dadaístas eran gente simpática que tuvieron además una función primordial en la concepción actual del artista moderno -es decir, un tipo que se ríe de todo-, aunque no pretendieran tal cosa ni mucho menos.
El origen del nombre Dadá es un misterio y ya nadie se atreve a postular una nueva teoría al respecto. El propio Hans Richter sugería que tenía que ver con el "alegre adverbio de afirmación eslavo da,da... o sea sí, sí a la vida...", otra historia asegura que Ball y Huelsenbeck descubrieron la palabra por accidente en un diccionario alemán-francés, y no ha trascendido en qué consistió el accidente, si Ball le tiró a la cabeza el diccionario a Huelsenbeck o si bien fue al revés y finalmente el diccionario quedó abierto por esa palabra o bien fue otro tipo de accidente más intelectual pero que no acierto a entrever. Pero esta teoría no es muy "cultural" que digamos, así que algunos autores hacen referencia a una carta de Gauguin en la que aludía a un caballito como símbolo de una vuelta al primitivismo, y como estos artistas pretendían una desmitificación del arte y del artista -en realidad una vuelta al arte primitivo- se cree que adoptaron esta idea y de alguna forma que desconozco la palabra "caballito" tiene una correspondencia lingüística en alemán con la palabra "Dadá".
En esas convocatorias del cabaret Voltaire los propios artistas recitaban sus poemas. Así, Ball compuso el poema fonético abstracto O Gadji Beri Bimba y que dice así:
gadji beri bimba glandridi laula lonni cadori gadjama gramma berida bimbala glandri galassassa laulitalomini gadji beri bin blassa glassala laula lonni cadorsu sassala bim gadjama tuffm i zimzalla binban gligla wowolimai bin beri ban o katalominai rhinozerossola hopsamen laulitalomini hoooo gadjama rhinozerossola hopsamen bluku terallala blaulala loooo zimzim urullala zimzim urullala zimzim zanzibar zimzalla zam elifantolim brussala bulomen brussala bulomen tromtata velo da bang bang affalo purzamai affalo purzamai lengado tor gadjama bimbalo glandridi glassala zingtata pimpalo ögrögöööö viola laxato viola zimbrabim viola uli paluji malooo tuffm im zimbrabim negramai bumbalo negramai bumbalo tuffm i zim gadjama bimbala oo beri gadjama gaga di gadjama affalo pinx gaga di bumbalo bumbalo gadjamen gaga di bling blong gaga blung;
al principio cuesta pero cuando se le pilla el puntillo es de una gran sonoridad plástica; y Tzara creó el poema simultaneísta en el cual versos superficiales en tres idiomas eran leídos al unísono con acompañamiento de ruidos que salen entre bastidores y todo esto converge en una absoluta incomprensión por parte del público. No sé si aún habría público cuando Arp leyera su poesía al azar cuya elaboración realizó sacando palabras y frases al azar de periódicos y uniéndolas aleatoriamente. Es decir, "Dadá denunció las triquiñuelas infernales del vocabulario oficial de la sabiduría, está a favor del absurdo que no significa falta de sentido", según Dawn Ades, es decir, el sentido podría estar en la ausencia del mismo, lo cual es un argumento extraordinariamente sutil pero igualmente efectivo. El propio Arp dijo que "Dadá tenía como objetivo la destrucción de las decepciones razonables del hombre y recuperar el orden natural e irrazonable. Dadá quería reemplazar el absurdo lógico de los hombres de hoy por el sin sentido ilógico". Lo cual tiene su lógica, ya que si la razón había conducido a Europa a la primera guerra mundial lo mejor sería intentar algo menos "razonable", por eso utilizaban estilos "homologados" para hacer sátira y construir una parodia grotesca absoluta y paradójicamente destructiva -no se les ocurrió que la mejor parodia del ser humano era una guerra en la cual éste se destruía a sí mismo, e incluso que el campo de batalla podría resultar una enorme sala de exposiciones de lo absurdo. Recordemos que este movimiento nació en los albores de la primera guerra mundial y al contrario que el futurismo -el cual terminó haciendo apología de la guerra- se instaló en una posición absolutamente pacifista.
Breton, que tendría vital importancia en el grupo dadá de París, dijo que la facultad que sostenía al Dadá era "desorientarnos en nuestra memoria al sacarnos un punto de referencia", es decir, sus obras no obedecen a ningún canon artístico mensurable y nos hacemos un lío al contemplarlas, ¿es arte?, ¿es agradable de ver?, ¿es intelectual?, ¿es un timo?, oye, está bien pero no me atrevo a decirlo porque ¿y si resulta que al final es basura y se están riendo de mi?
Resumiendo, en el cabaret Voltaire se pretendía un ataque nihilista y violento contra el arte a base de juegos, máscaras y bufonerías, pero ¿exponían también pintura en realidad y tuvo ésta alguna trascendencia? Definitivamente sí, los collages y relieves en madera de Han Arp (por ejemplo, retrato de TristanTzara) abrirían las puertas al informalismo europeo algunos años después y sus composiciones automáticas fueron luego utilizadas por los surrealistas aunque con objetivos diferentes; Marcel Janco realizaba máscaras horribles inspiradas en un cubismo negro que guardaban cierta relación con el cubismo de Picasso y Braque(véase figura de la izquierda, ¡aaaaahhh!); Sophie Taeuber sentó un precedente de pintura geométrica cuando se desconocía las actividades del grupo De Stijl; Richter y Arp pintaron un enorme telón para una manifestación empezando cada uno por un extremo y rellenándolo con gigantescas plantaciones de pepinos, lo que revela la febril experiencia creadora que estos singulares pintores sufrían; algunas pinturas de Richter como el autorretrato (figura de arriba) parecen deudoras de un Gauguin urbano reconvertido al expresionismo de Der Brucke. Es decir, su tan proclamado arte "irreverente" no dejaba de ser una nueva perspectiva del arte más que una destrucción del mismo, es decir, en su ánimo de reírse del arte dieron pistas fundamentales en el desarrollo del arte moderno posterior, es decir, no estaban realmente locos (ya lo decía la Rochefoucauld "quien vive sin locura no es tan cuerdo como cree"), y en cuanto a la figura del artista realmente lo que realizaban, en mi humilde opinión, era una mayor sacralización del mismo ya que el artista y su parodia eran más importantes incluso que la obra de arte.
Es decir, utilizaban el futurismo, el cubismo, el collage, las culturas africanas, los desmadres poéticos y teatrales y siempre con un ánimo ridiculizador y esto lo hacían con afán crítico. No me pregunten cómo ni por qué estos tipos empezaron a crear escuela, pero lo hicieron. Una escuela que encontró eco al otro lado del atlántico (¡Nueva York!) y en otras ciudades europeas como Colonia, Berlín, Hannover y París.

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