domingo, enero 10, 2010

Palladio.





Notas a Viaje a Italia, de Goethe (2):




Palladio.


El 19 de septiembre, en Vicenza, Goethe entra en contacto con la obra de Palladio:"Hace unas horas que he llegado a esta ciudad, y ya he dado un par de vueltas y he visitado el Teatro Olímpico y los edificios de Palladio.La mayor dificultad a la que él se enfrentó, como todos los arquitectos modernos, es la de utilizar de manera adecuada las columnas en la arquitectura civil, pues la unión de columnas y muros siempre supondrá una contradicción. ¡Pero cómo ha sabido resolver este problema combinando los elementos entre sí! ¡Cómo logra imponer a través de sus obras haciéndonos olvidar que nos quiere persuadir! Hay de verdad algo de divino en sus creaciones, exactamente igual que la force de un gran poeta, que produce algo nuevo a partir de la verdad y la mentira."
Después de unas disquisiciones acerca de la suciedad de las calles Goethe se vuelve a quejar esta vez por el inadecuado "vecino" de la basílica:"Es imposible expresar el efecto que produce ver la basílica de Palladio junto a un viejo edificio semejante a una fortaleza, con multitud de ventanas desiguales: una construcción que sin duda el arquitecto no había imaginado allí, del mismo modo que no había contado que levantarían una torre en este lugar."
El 21 de septiembre por la noche escribe:"He ido a visitar al viejo arquitecto Scamozzi, autor del Tratado de Arquitectura de Palladio y artista audaz y apasionado. Complacido con mi interés me ha dado algunos consejos. Entre los edificios de Palladio hay uno por el que siempre he sentido una especial preferencia, aquél del que se cree fue su propia casa. Vista de cerca, causa una impresión mucho más favorable que cualquier imagen. Me gustaría tener un dibujo en el que apareciese iluminada con los colores que el tiempo le ha dado. Que nadie crea que el arquitecto se ha construido un palacio. Es la casa más modesta del mundo, no tiene más que dos ventanas, separadas por un espacio que admitiría una tercera. Un cuadro en el que se incluyeran los edificios vecinos daría una imagen divertida. Canaletto debería haberlo pintado."

También visita Goethe la que para algunos es la obra maestra de Palladio, la Villa Capra, conocida como La Rotonda (foto): "Es un edificio de planta cuadrada con una sala redonda iluminada desde arriba. Se accede por cualquiera de los cuatro lados, ascendiendo unas escalinatas cada una de las cuales da a un vestíbulo diferente, formado por seis columnas corintias. Quizás el arte arquitectónico nunca haya llevado el lujo tan lejos como en esta ocasión".
También Palladio es el centro de una reunión tenida lugar en la Academia de los Olímpicos: "El presidente de la Academia había propuesto que en la sesión de hoy se debatiera la cuestión de qué es lo que había resultado más provechoso para las bellas artes, si la invención o la imitación."

Como dice a continuación Goethe no es ésta una cuestión baladí ya que pueden encontrarse argumentos a favor y en contra de cada una de las propuestas. Al fin y al cabo el arte parte de la base de la imitación, con lo cual el simple hecho de delimitar qué es invención y qué imitación daría lugar a muchas discusiones.
Extrañamente el resultado fue inesperado:"En general, los que hablaron en favor de la imitación hallaron más aprobación, pues decían cosas que el más vulgar de los mortales piensa o es capaz de pensar. "

Este verano pude ver en Barcelona la exposición organizada por el Caixa Forum titulada "Palladio el arquitecto". Una magnífica muestra con maquetas y planos de las obras del gran artista del siglo XVI. Según el folleto de la muestra: "Aunque se educó lejos de Roma, el contacto con Giangiorgio Trissino, Valerio Belli y Giulio Romano vinculó a Palladio con el mundo de Bramante y Rafael. Probablemente conoció a Sangallo y a Miguel Ángel, sus coetáneos mayores. Unió teoría y práctica en publicaciones y edificios como ningún otro arquitecto del Renacimiento. Democratizó la arquitectura al reivindicar el valor de las edificaciones domésticas considerándolas obras tan valiosas como iglesias y palacios, y que cualquier edificio podía ser bello sin necesidad de emplear materiales costosos. Su profundo conocimiento de la arquitectura del mundo clásico le permitió idear un armonioso sistema de planos y alzados en edificios que sorprenden e intrigan por su inventiva. Su célebre tratado I Quattro Libri dell´Architettura le ha valido la consideración de "arquitecto de los arquitectos".







Pero sigamos con algunas apreciaciones de Goethe en su libro:

El 2 de octubre, ya en Venecia escribe:
"Ante todo tenía prisa por ir a la Caritá. Por los libros de Palladio sé que éste había planeado la construcción de un monasterio en el que tenía previsto reproducir la vivivenda privada de aquellos antiguos señores ricos y hospitalarios. El plano excelente tanto en su conjunto como en cada uno de sus pormenores, me agradó sobremanera, de ahí que esperase encontrarme ante una maravilla, pero apenas se ha construido la décima parte. Tengo la impresión de que nunca he visto nada más sublime. Nada más perfecto, y no creo equivocarme."

Se refiere al Convento de Santa Maria della Caritá, junto al Gran Canal, construcción abandonada después de sufrir un incendio en 1630. Y el 3 de octubre:

"La iglesia de Il Redentore, una bella y grandiosa obra de Palladio, tiene una fachada más diga de elogio que la de San Giorgio Para hacerse una idea de estas obras tantas veces grabadas en cobre, sería precioso tenerlas ante los ojos. De una discreta observación que encontré en su libro, deduje su descontento ante la insistencia de construir iglesias cristianas sobre el modelo de las antiguas basílicas, y trataba por ello de acercar sus edificios religiosos a la forma de los antiguos templos; de ahí que surgiesen ciertas incoherencias, felizmente solucionadas en Il Redentore pero que en San Giorgio creo que llaman demasiado la atención.
Grande es la variedad de formas con la que la estructura principal, en la que destacan sus columnas salientes, se muestra a la mirada del visitante que la rodea."

Esta iglesia está en la isla de Giudecca, se ve desde la propia Venecia y destaca por su hermosa cúpula (foto).

Consultemos ahora Historia del Arte de Gombrich, referencia obligada en este blog desde hace años: al contrario que artistas jóvenes que querían impresionar al público con invenciones originales como Federico Zuccaro y su ventana en forma de rostro "Otros arquitectos prefirieron ostentar su gran formación y su conocimiento de los autores clásicos sobrepasando, en efecto, a la generación de Bramante. El mejor y más culto de esos arquitectos fue Andrea Palladio (1508-1580). Es famosa su Villa Rotonda en las proximidades de Vicenza. En cierto modo se trata también de un capricho, pues posee cuatro lados idénticos, cada uno de los cuales tiene un pórtico a la manera de la fachada de un templo, agrupados en torno a un espacio central que recuerda el Panteón romano. Por bella que pueda resultar la combinación, se trata de un edificio en el cual difícilmente nos gustaría vivir. La persecución de la novedad y el efectismo se habían interpuesto a la finalidad propia de la arquitectura."
Bueno, yo haría un esfuerzo y aceptaría vivir en la Villa Rotonda, qué le vamos a hacer, a veces hay que sacrificarse en pos del arte. Este Gombrich...

Ute Engel en su texto La arquitectura inglesa en el neoclasicismo y el romanticismo se refiere al estilo "palladianismo": "Hasta mediados del siglo XVIII, la arquitectura inglesa se hallaba bajo la influencia total del palladianismo. Los propietarios burgueses y nobles fueron los primeros en abandonar el lenguaje formal barroco para construir sus residencias, y los primeros en buscar un ideal de creación más directo y moderado, pero que no dejara de ser digno y solemne. Lo encontraron en la arquitectura del renacentista italiano Andrea Palladio (1508-1580), cuyas construcciones se caracterizaban por una gran sencillez y un marcado equilibrio, basado en la aplicación de una estricta simetría y un sistema lógico de proporciones. Los arquitectos ingleses elevaron el estilo arquitectónico de Palladio a la categoría de ideal, de norma de la que no podía desviarse.
Así, en la primera mitad del siglo XVIII, Inglaterra se llenó de construcciones palladianas, formadas por cuerpos cúbicos claramente definidos y según estricto sistema de proporciones, con una decoración exterior muy austera y fachadas acentuadas por un gran pórtico al estilo de un templo antiguo, es decir, edificado sobre un zócalo de obra rústica."
Por lo tanto apasionantes pasajes del libro de Goethe dedicados a la figura del gran Palladio, cuya figura tanta importancia ha tenido en la historia de la arquitectura y del arte en general.

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